El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, afirmó el jueves que aún hay “buenas razones” para que la economía evite una recesión a pesar del endurecimiento del mercado de créditos.
La concesión de préstamos en la zona euro se ha paralizado, ya que el BCE se ha embarcado en la serie de subidas de tipos de interés más larga y pronunciada de su historia, en un intento de reducir la elevada inflación.
Lane dijo que seguía confiando en que la economía de la zona euro podría evitar una contracción del crédito, ya que las empresas no se están preparando para una recesión.
La inflación en la zona euro está cayendo rápidamente y la economía ha empezado a contraerse, según mostraron los datos esta semana.
Esto, unido al desplome de la creación de crédito, significa que el BCE ha terminado casi con toda seguridad de subir su tipo de interés oficial, que se encuentra en un máximo histórico del 4%.
Al comentar las expectativas del mercado de que el BCE recorte ese tipo el año que viene, Lane dijo que el 4% “no es un tipo para siempre” y que “no es normal”.
Por su parte, Klaas Knot, uno de los dirigentes de la política monetaria del BCE, describió el nivel actual de los tipos como “una buena ‘altitud de crucero’ en la que pueden permanecer durante algún tiempo”.
Lane afirmó que los signos de ralentización del crecimiento salarial de los nuevos empleados, como muestra el rastreador salarial Indeed Wage Tracker, son un buen augurio para que la inflación vuelva al objetivo del 2% fijado por el BCE para 2025.
No obstante, advirtió sobre un nuevo “choque energético” agravado por la guerra en Oriente Próximo.
“En los últimos meses se ha invertido una dinámica benigna (en la inflación de la energía)”, dijo Lane. “Tenemos un nuevo choque energético, los precios del petróleo han subido bastante, los precios del gas han subido bastante y ahora eso está interactuando con la guerra”.