La calificadora asegura que esto se debe a los desafíos fiscales que enfrenta el país, la carga de intereses y la dependencia a los commodities.
La agencia de calificación crediticia, Fitch Ratings, ratificó la calificación crediticia de Colombia en BB+, cambiando la perspectiva de estable a negativa, a raíz de los desafíos fiscales que enfrenta actualmente el país, la carga de intereses y la dependencia de la economía a los commodities.
Por otro lado, la calificadora de riesgo espera que el crecimiento económico se acelere en 2025, llegando a 2.7%, desde 1.7% observado en 2024. Así mismo, espera que la inflación continúe su tendencia a la baja, y espera que la tasa del Banco de la República cierre en un nivel de 6,5% a finales de 2026.
Finalmente, el déficit de cuenta corriente se podría ubicar en 2,1% del PIB en 2025, muy por debajo del máximo observado en 2022. Fitch destaca que la inversión extranjera directa ha mostrado resiliencia y espera en 2025-2026 niveles similares a los observados en 2024 de alrededor de US$10.000 millones en términos netos.
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Diego Guevara, resaltó que “si bien el país enfrenta desafíos fiscales en este 2025, nuestro compromiso es mantener la sostenibilidad fiscal, el pago de nuestras obligaciones y muestra de esto es la reafirmación de la calificación en un nivel BB+”.
Objetivos fiscales jalaron la perspectiva
Respecta al cambio de perspectiva a negativa, Fitch asegura que esto se debe al deterioro de su posición fiscal y las inciertas perspectivas de medidas correctivas. Explica que el balance fiscal del gobierno central en 2024 cerró con un déficit del 6,7% del PIB, muy por encima de la previsión de la calificadora del 5,6% del PIB, principalmente debido a la disminución de ingresos y la incapacidad de implementar recortes de gasto compensatorios.
“Como resultado, la deuda del gobierno general (GG) en relación con el PIB aumentó a un estimado del 58% desde el 53% en 2023. Fitch considera que los riesgos fiscales están sesgados a la baja, ya que el gobierno continuará teniendo dificultades para cumplir con sus objetivos fiscales, y la deuda seguirá aumentando en el período de previsión“, asegura Fitch.
Aclara que las calificaciones de Colombia están respaldadas por un historial de estabilidad macroeconómica y financiera, sustentado en un banco central independiente con un régimen de metas de inflación y una moneda de libre flotación. Sin embargo, apunta que las calificaciones están limitadas por elevados déficits fiscales y la incertidumbre en las perspectivas de consolidación fiscal necesarias para estabilizar la relación entre la deuda y el PIB, así como una alta dependencia de los commodities.
Reformas sociales, un peso extra
El año pasado, el Congreso aprobó una reforma pensional que crea pilares de solidaridad y semicontributivos, con un costo fiscal anual estimado de 0,3% del PIB. También redirige futuras contribuciones de pensiones (hasta 2,3 veces el salario mínimo) a un fondo público en lugar de cuentas privadas individuales, aunque los activos actuales permanecerán intactos.
Además, el Congreso aprobó una reforma constitucional que incrementa las transferencias del gobierno central a gobiernos locales y regionales del 27,2% al 39,6% de los ingresos corrientes. Esta reforma será implementada gradualmente en un período de 12 años a partir de 2027 (o cuando la ley entre en vigor). Para Fitch, esto aumentará aún más las ya significativas rigideces presupuestarias (actualmente estimadas en más del 80%) a mediano plazo.
Perspectivas frente a la incertidumbre
Fitch prevé dificultades para que el Gobierno Nacional cumpla con la meta revisada de la regla fiscal este año, dado que proyecta que los esfuerzos de administración tributaria generarán un 1,4% de ingresos adicionales, un objetivo que la calificadora considera poco probable de alcanzar.
Teniendo en cuenta la incertidumbre en los ingresos y un punto de partida “peor” de lo esperado en 2025, Fitch aumentó sus proyecciones de déficit del Gobierno al 6,2% del PIB en 2025 y al 5,8% en 2026 (desde previsiones previas del 5,1% y 4,7%, respectivamente). También ve riesgos fiscales a la baja en sus previsiones revisadas, debido al continuo bajo desempeño en ingresos y la renuencia del gobierno de Petro a sacrificar sus prioridades de gasto.
Las crecientes presiones de gasto y las rigideces presupuestarias dificultarán aún más la reducción del déficit más allá de 2026 sin la implementación de reformas tributarias. Fitch afirma que Colombia tiene un buen historial en la aplicación de reformas fiscales en momentos de presión, pero no anticipa nuevas reformas tributarias durante el resto del mandato de Petro.
Fitch también espera que el crecimiento económico se acelere significativamente en 2025 al 2,7%, desde el 1,7% en 2024, impulsado por un consumo resiliente y la recuperación de la inversión. Sin embargo, explica que persisten incertidumbres sobre la tendencia de crecimiento, ya que la inversión como porcentaje del PIB cayó significativamente durante la pandemia y solo se ha recuperado hasta el 17,1% en 2024. Fitch prevé que esta proporción se mantenga por debajo de los niveles históricos (22% del PIB en promedio entre 2010 y 2020) durante el período de previsión.
Sobre la inflación, la calificadora espera que el déficit en cuenta corriente se amplíe ligeramente en 2025 al 2,1% del PIB desde el 1,8% en 2024, muy por debajo del máximo de 6,1% en 2022. Asegura que la inversión extranjera directa (IED) ha demostrado ser resiliente a pesar de la incertidumbre política, alcanzando un estimado de US$10 mil millones netos en 2024 (3,1% del PIB). Fitch espera niveles similares de IED neta en 2025-2026, lo que continuará cubriendo completamente los déficits en cuenta corriente.
La gobernanza
Colombia tiene una puntuación de Relevancia ESG (RS) de ‘5’ en Estabilidad Política y Derechos, así como en Estado de derecho, Calidad Institucional y Regulatoria, y Control de la Corrupción. Estas puntuaciones reflejan la alta ponderación de los Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial (WBGI) en el modelo de calificación soberana de Fitch.
Fitch menciona que Colombia tiene una clasificación WBGI media de 42,9, reflejando un historial de violencia, pero con transiciones políticas pacíficas, un nivel moderado de derechos de participación en procesos políticos, una capacidad institucional moderada, un Estado de derecho establecido y un nivel moderado de corrupción.
Riesgos de rebaja
Carolina Monzón, gerente de investigaciones económicas de Itaú, debido a la situación fiscal del país, hay riesgos de que las calificaciones vayan hacia un terreno negativo en el futuro.
“De cara al futuro, un deterioro fiscal continuado unido a bajos niveles de crecimiento podría llevar a una rebaja de la calificación crediticia soberana“, explica la experta.
Sobre proyecciones, espera que el déficit fiscal nominal para este año es del 6,5% del PIB (6,2% estimado por Fitch; 5,1% estimado por el Gobierno).
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/fitch-ratings-bajo-perspectiva-de-colombia-a-negativa-aunque-mantiene-calificacion-en-bb-625277