Las políticas de Donald Trump pueden inferir en materia inflacionaria, empleo y tasas de interés. Se muestra un mandato más proteccionista.
Durante el fin de semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso en marcha sus políticas comerciales anunciando el aumento de los aranceles a sus socios comerciales México, Canadá y China. Estas medidas, en el corto plazo, pueden tener una serie de consecuencias, no solo económicas, sino también diplomáticas y sociales en los diferentes países del mundo.
Si bien el jefe de estado estadounidense está negociando ciertas subidas de aranceles, y con México y Canadá ya logró un acuerdo de pausar un mes los incrementos, el diálogo con otras naciones aún está frío.
Sin embargo, estas medidas no terminan de convencer a los diferentes analistas, pues una de las principales afectaciones para Estados Unidos de la guerra de aranceles es que, mientras evita el ascenso económico de China, este país puede tener un impacto importante en variables macroeconómicas como en la inflación, el empleo y las tasas de interés, que afectarán directamente el consumo.
De acuerdo con Manuel Camilo González, docente de la Universidad Javeriana, la política de Donald Trump apunta a un desacoplamiento comercial que redundará en un fenómeno económico como la fragmentación, teniendo en cuenta que la fijación del presidente de Estados Unidos no solo está establecida con China.
“Existe una aparición en el horizonte de una posible guerra comercial en muchos frentes, no simplemente de Estados Unidos contra China, sino incluso otros países o bloques, como por ejemplo, la Unión Europea. Esto puede generar medidas retaliatorias que protejan su industria frente a las acciones del gobierno de los Estados Unidos”, opinó.
Según el experto, esta fragmentación económica generada por las políticas del estadounidense, pueden provocar que muchos países miren hacia sus regiones, antes de arriesgarse a comerciar con naciones vulnerables o que traten de imponer aranceles.
Vale la pena señalar, que en materia comercial y de acuerdo con datos de Comtrade, durante el 2023 los principales clientes de Estados Unidos para sus exportaciones fueron Canadá con un 17,5%, seguido de México con 16% y China con 7,3%.
De igual forma, los principales países de orígen para las importaciones estadounidenses son México con un 15,2%, seguido de China con un 14,1% y Canadá con 13,6%. En general, los principales productos importados corresponden a automóviles de turismo y demás vehículos con 6,6% y aceites crudos de petróleo o de mineral bituminoso con 5,4%.
Por otra parte, Gilles Moec, economista jefe del Grupo AXA y jefe de AXA IM Research, destacó que el mensaje enviado a todos los socios comerciales es que estén dispuestos a aceptar algún “sufrimiento” para así afirmar su dominio y que nadie, independientemente de lo estrecha que sea la relación con Estados Unidos, puede considerarse “a salvo” de una acción comercial unilateral de ese país. “El impacto en la inflación estadounidense probablemente será visible”, indicó.
Ahora bien, otro de los focos de la situación se basa en la imposición de este nuevo Gobierno en materia comercial. Para Martín Ibarra, presidente de la consultora Araujo Ibarra, la serie de medidas comerciales de Trump, son muestra de su forma y manera de negociar.
“La rápida reacción tanto de México, como de Canadá, a la imposición de aranceles del 25% por parte del presidente Trump, deja en claro el estilo directo y efectivo de negociación del presidente estadounidense”, indicó.
En este mismo sentido, Norbert Rücker, del banco privado suizo Julius Baer, le dijo a la agencia EFE que los aranceles de Trump son una herramienta de choque para mejorar la posición del gigante americano en las negociaciones con otros países del mundo. “Su imposición debería seguir siendo temporal, con impactos inflacionistas algo contenidos dentro de EE.UU. y significativos impactos deflacionistas fuera del mercado estadounidense”, dijo.
Otras de las afectaciones en cuestión tienen que ver con la parte política. Según Manuel Camilo González, Estados Unidos, por su capacidad militar, diplomática, económica, puede conseguir sus objetivos de política exterior de manera unilateral. Sin embargo, esto tiene una serie de afectaciones, especialmente en las relaciones diplomáticas del norteamericano con sus aliados.
“A pesar de que Estados Unidos se posiciona como un país fuerte, paradójicamente muestra una suerte de desconfianza hacia sus mismos aliados, que hace que muchos de ellos puedan, incluso, distanciarse. Esto genera que las alianzas sean mucho más frágiles y que los países busquen reconfigurar y reordenar sus aliados en el mundo. Esto tiene una consecuencia y es que los fueros internacionales van a empezar a perder importancia, porque nadie querrá reunirse”, afirmó.
Diálogo panameño
En medio del panorama arancelario impuesto por Trump durante los últimos días, en una visita oficial a Panamá, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió con el presidente panameño, José Raúl Mulino, y el ministro de Relaciones Exteriores, Javier Martínez-Acha.
Durante el encuentro, Rubio transmitió la preocupación del gobierno estadounidense sobre la creciente influencia y control del Partido Comunista Chino en la zona del Canal de Panamá, lo que, según la administración Trump, constituye una amenaza estratégica y una violación del Tratado sobre la Neutralidad Permanente y la Operación del Canal de Panamá.
“El presidente Trump ha determinado que esta situación es inaceptable y, sin cambios inmediatos, Estados Unidos tomará las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el tratado”, afirmó Rubio, según un comunicado del Departamento de Estado.
En ese sentido, la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) destacó que además del tema del Canal, la agenda incluyó la crisis migratoria en el hemisferio. El Secretario de Estado detalló la importancia de una cooperación más estrecha para abordar la migración ilegal y agradeció a Mulino por el apoyo al programa conjunto de repatriación, que ha reducido la migración a través de la peligrosa Ruta del Darién.
Por su parte, el presidente panameño, en declaraciones a la prensa tras la reunión, anunció que su gobierno no renovará el memorando de entendimiento sobre la iniciativa de la Franja y la Ruta, firmado con China en 2017. Además, señaló que se revisará la posibilidad de finalizar el acuerdo antes de lo previsto.
Las declaraciones de Mulino marcan un posible giro en la relación de Panamá con China y reflejan un acercamiento con Estados Unidos en materia de seguridad y geopolítica en la región. La postura de la administración panameña será clave en las próximas negociaciones internacionales sobre el futuro del Canal y su neutralidad.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/internacional/politicas-arancelarias-de-trump-generarian-una-fragmentacion-economica-global-623058