Las ‘motosierras’ contra el gasto público de Elon Musk y de Javier Milei han dado resultados opuestos con lecciones que podrían aplicarse en Colombia.
En 2025, dos naciones en los extremos del continente americano -EE. UU. y Argentina- emprendieron sendas reformas fiscales agresivas bajo las banderas de la eficiencia, la austeridad y la lucha contra del derroche de recursos públicos. La iniciativa DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) liderada por Elon Musk en EE. UU. y el programa de la “motosierra” de Javier Milei en Argentina ofrecen estudios de caso contrastantes pero instructivos para Colombia, que hoy enfrenta su propia crisis fiscal.
La iniciativa DOGE del hombre más rico del mundo, bajo la administración de Donald Trump, prometió recortar US$2 billones- que luego se redujo a un billón- en “desperdicio gubernamental”. Musk orientó su ‘tijera’ a las nóminas y los presupuestos de sectores como la cooperación y ayuda internacional de EE.UU., mientras dos millones de empleados federales recibieron ofertas de acuerdos de retiro voluntario.
Las tensiones generadas por esas decisiones- así como las críticas al papel de Musk en la Casa Blanca y su influencia sobre Trump- debilitaron rápidamente la iniciativa y dispararon numerosas demandas judiciales contra los despidos. Si bien las cifras oficiales muestran ahorros por US$175.000 millones, buena parte de estos rubros no pudieron ser verificados independientemente, por lo que el recorte podría ser mucho menor.
En medio de un deterioro de la situación financiera de sus propias empresas, Musk dejó hace pocos días su rol en la Casa Blanca y su experiencia en Washington es mayoritariamente calificada como un rotundo fracaso. Lo que es peor, el presidente Trump está actualmente impulsando una “grande y hermosa ley” que agravaría la situación fiscal estadounidense y que el billonario calificó como una “abominación”.
En contraste, Argentina ha vivido una transformación más dramática, pero quizás más coherente. Al asumir a finales de 2023, Javier Milei heredó un país con una inflación anual que superaba el 200%. En su primer año y medio, el gobierno austral, de corte libertario, ha recortado el gasto público en 30%, incluyendo el despido de 42 mil empleados públicos. El plan de recortes- coloquialmente llamado la “motosierra”-contribuyó a bajar drásticamente la inflación interanual al 47% en abril pasado y 11,6% en los primeros cuatro meses del año.
“Lo que permite bajar los impuestos es bajar el gasto”, afirmó recientemente Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación. El déficit fiscal pasó de 5% del PIB a un superávit fiscal primario, mientras que la economía argentina registró un crecimiento de alrededor del 6,5% en el transcurso del primer año de la administración Milei. A diferencia de la administración Trump- en la que Musk actuaba desde afuera- e incluso enfrentó oposición interna de algunos secretarios del gabinete- el ejercicio de recorte y de desregulación argentino está más embebido dentro de la agenda ideológica de la Casa Rosada.
Colombia, en medio de una grave crisis fiscal, con deuda en niveles históricos y un gasto público ineficiente, podría tomar nota. En especial, los aspirantes presidenciales para la campaña electoral de 2026. Lamentablemente, la administración Petro no da muestras ni voluntad política para adelantar una iniciativa seria de recorte del gasto, con sensibilidad social. Al contrario, a partir de este mes, las empresas colombianas de todos los tamaños – e incluso personas naturales- se verán impactados negativamente por el anticipo de retención en la fuente.
¿Pondrán los candidatos sobre la mesa planes para reducir sustancialmente el desbordado gasto del Gobierno Nacional y para aliviar la carga de impuestos sobre empresas y personas? Amanecerá y veremos.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
Información extraída de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/editorial-portafolio-historia-de-dos-recortes-631912