Si bien Colombia tuvo un repunte importante durante 2024, su balance no alcanza para competir contra las naciones pares de América Latina.
Poco a poco se van conociendo los balances de Producto Interno Bruto (PIB) en las diferentes economías latinoamericanas para 2024, un año que tuvo varios retos importantes en materia de inflación, inversión e incertidumbre e inestabilidad por los cambios políticos que se dieron en potencias como Estados Unidos.
Si bien estos desafíos al final se superaron y el mundo siguió avanzando, es innegable que tuvieron un impacto importante en el crecimiento y que aunque sus efectos variaron de país a país, solo aquellos que estaban preparados y fueron prudentes en medio de la tormenta al final cerraron con avances mejores de lo esperado.
Para el caso de Colombia, sin lugar a dudas el 1,7% que marcó el PIB en 2024 fue una noticia grata para los analistas, dado que no solo quedó por encima del 1% que se esperaba arrancando el año y que el 0,6% alcanzado en 2023. No obstante, este fue un dato de luces y sombras, ya que puso sobre la mesa problemáticas como el crecimiento dispar y la falta de un plan de reactivación.
En este balance también el Dane informó que la formación bruta de capital creció un 29,1%; pero que la formación bruta de capital fijo apenas avanzó un 10,5%; lo cual sugiere que una gran parte del incremento en la inversión provino de la acumulación de inventarios, más que de la compra de activos fijos como maquinaria, equipo y construcción.
Se queda corto
Al revisar el PIB local y contrastarlo con los de países en América Latina, Europa y Estados Unidos, son dos las conclusiones que quedan en el aire. Por un lado, que el país tuvo uno de los mejores crecimientos de la comparación año a año, pero se queda corto a la hora de pensar en competir contra las grandes potencias.
Tomando como referencia los datos oficiales entregados por las autoridades estadísticas y proyecciones de la Cepal, el crecimiento de Colombia contrasta con el de varias economías latinoamericanas que mostraron un crecimiento más robusto, como es el caso de Brasil, que alcanzó un crecimiento de 3,4% en 2024, consolidándose como el líder regional.
Entre tanto, Uruguay, repuntó hasta un 3,1%, mientras que Chile avanzó un 2,6% tras un 2023 prácticamente estancado e incluso Perú, que compartió con Colombia una cifra de 1,7% en 2024, partió desde una base más alta, al haber cerrado 2023 con 1,3% frente al 0,6% colombiano.
En el frente internacional, Estados Unidos mantuvo su senda de crecimiento con una expansión del 2,8%, mientras que España sorprendió con un 3,2%, superando incluso su desempeño de 2023. Frente a estas cifras, Colombia aún está lejos de recuperar los niveles de dinamismo necesarios para equipararse a sus pares y socios estratégicos.
Un aspecto llamativo es que Colombia superó a otras economías importantes como México (1,2%), Francia (1,2%) y Alemania (-0,2%), lo que evidencia una leve mejora en su posición relativa en algunos frentes. No obstante, también quedó por debajo de países que tradicionalmente tienen menos peso económico a nivel continental, como Costa Rica (4,3%) y República Dominicana (5,2%), este último según lo proyectado por la Cepal.
De esta forma queda claro que si bien se evitó una recesión y se logró una mejora frente al año anterior, el crecimiento actual sigue siendo insuficiente para tener un impacto significativo sobre el empleo, la reducción de la pobreza o la mejora de la inversión privada. y que la moderación de la demanda interna, el bajo dinamismo industrial y las condiciones fiscales siguen siendo factores limitantes.
Otro ejemplo que ayuda a entender mejor la disyuntiva de la económica local es el contraste con Perú, que resulta especialmente relevante por la similitud en cifras: ambos crecieron 1,7% en 2024, pero Colombia venía de una base menor. Además, mientras los peruanos han avanzado en reformas estructurales para diversificar su matriz productiva, Colombia aún enfrenta retos significativos en materia de productividad, infraestructura y seguridad jurídica.
Ahora bien, otro punto clave es que, según datos del Dane, el crecimiento colombiano no está acompañado de un repunte generalizado en todos los sectores, ya que la minería, por ejemplo, fue afectada por la caída en la extracción de carbón (-13,3%), y la industria manufacturera ha sufrido una contracción continua, lo cual refleja una debilidad estructural en la capacidad de generar valor agregado y limita la posibilidad de consolidar un crecimiento más sostenido y de largo plazo.
Un entorno desafiante
Con todo lo anterior y de cara a lo que se debe hacer hacia adelante, vale la pena decir que analistas de Bancolombia advierten que la situación fiscal se perfila como el riesgo más tangible de cara a la favorable tendencia de la actividad económica. Esto, en el entendido de que la fuerza del Estado es cada vez menor y hay una alta dependencia para el PIB en las actividades de la administración pública.
“En años anteriores, el crecimiento económico estuvo soportado por el gasto público, tendencia que no resultaría ni prudente, ni probable en adelante. El balance fiscal de 2024 arrojó un déficit de 6,7% del PIB (4,2% en 2023), algo que afectó nuestra visión”, dijeron.
Para estos expertos, las señales de agotamiento tributario y el bajo margen de maniobra, dada la inflexibilidad del gasto de funcionamiento, llevan a la Nación hacia un escenario de mayor déficit fiscal para los siguientes años y estiman que suba a 5,9% del PIB en 2025 y a 5% en 2026, lo que en su concepto sería un lastre para el crecimiento.
“Como contrapeso al desafío fiscal, vemos una tendencia remarcable en la demanda interna privada, razón por la cual mantenemos nuestra previsión de crecimiento del PIB este año de 2,6% y para 2026 en 3%. La consolidación de esta senda de recuperación hacia el potencial de la economía de 2,8% (o ligeramente superior) dependerá, en buena medida, del ruido en el entorno internacional y de que la percepción de riesgo hacia Colombia no se vuelva tendencia”, resaltaron.
En este sentido, cerraron diciendo que será crucial aislar las señales negativas y volátiles, para concentrarse en el desempeño de la recuperación o de lo contrario, los inversionistas seguirán optando por alternativas más tranquilas para llevar sus capitales, dejando a este mercado como un escenario con mucho potencial, pero poca confianza.
Información extraída de: https://www.portafolio.co/economia/crecimiento/pib-de-colombia-no-es-suficiente-para-competir-con-pares-en-la-region-626493