Aunque el panorama sigue siendo positivo para la economía colombiana, este ha registrado un deterioro. Justo esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo la previsión que tiene del crecimiento de la economía colombiana para 2025, pasando del 3 % al 2,4 %.
El país no es ajeno a la realidad económica que se experimenta en el planeta, pues el fondo también rebajó sus previsiones para crecimiento global, pasando del 3,3 % al 2,8 %.
El más reciente análisis en esta materia lo dio el Banco Mundial, multilateral que también recortó sus proyecciones para el país. Arrancando el año anticipaba que el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia iba a crecer un 3 %; tras revisar el panorama actual, el cálculo se ajustó al 2,4 %.
A pesar de este ajuste, el Banco Mundial sigue creyendo que la economía colombiana seguirá una senda de crecimiento para los próximos años (tímida, sí, pero constante). Se espera que 2026 cierre con un PIB del 2,7 % y que 2027 lo haga con un 2,9 %.
Según lo explicado por la multilateral, “Colombia ha mantenido la estabilidad macroeconómica a través de instituciones sólidas, incluyendo un régimen moderno de metas de inflación, un tipo de cambio flexible y las reglas fiscales”.
Aunque destaca que el crecimiento económico del país ha sido estable, concluye que este sigue siendo insuficiente.
“El crecimiento de la productividad se ha estancado durante las últimas dos décadas, lo que ha limitado la convergencia con las economías de altos ingresos y el progreso en la reducción de las desigualdades territoriales y sociales”, añade.
El Banco también señala que, a pesar de la ubicación estratégica que tiene el país y sus múltiples acuerdos comerciales, la diversificación de las exportaciones continúa siendo un desafío que no logra superar.
Recomienda que para aumentar el crecimiento de la productividad se necesitan inversiones en infraestructura, servicios públicos más eficientes y un sistema tributario más equitativo (uno que incentive la inversión privada y estimule un entorno empresarial más abierto, competitivo e innovador).
Para el banco también es clave que en el país se fortalezca el acceso a la seguridad social, lo que implica no solo la creación de más puestos de trabajo, sino que estos sean de calidad (la informalidad en Colombia continúa por encima del 50 %, y el grueso de los empleos que se generaron en el último mes fueron por cuenta propia).
Que el ritmo de la economía colombiana se reduzca casi que a la par de la región es señal de que también hay elementos externos que la están entorpeciendo. El ejemplo más evidente por estos días son los aranceles impuestos por Donald Trump, los cuales podrían implicar aumentos inflacionarios (especialmente en Estados Unidos), así como reducciones en la inversión.
Parte de las conclusiones del banco apuntan a que la forma en cómo se desenvuelva esta guerra comercial representa un riesgo para el crecimiento de la economía colombiana; aunque múltiples expertos también han señalado que el presente escenario también puede representar una oportunidad para que el país diversifique sus exportaciones y, por ende, saque un provecho.
“Una transición ordenada, gradual y fiscalmente responsable hacia una economía más diversificada y resiliente al clima, alineada con los ambiciosos objetivos climáticos del país, contribuiría tanto a la sostenibilidad ambiental como a las perspectivas económicas de largo plazo”, concluye el Banco mundial.
Información extraída de: https://www.elespectador.com/economia/banco-mundial-recorta-su-proyeccion-de-crecimiento-para-la-economia-colombiana/