El índice Nikkei recuperó este martes parte de la caída de los últimos días, pero aún está 11% por debajo del valor que tenía el jueves pasado al inicio de la rueda.
El índice bursátil Nikkei 225, de Japón, subió este martes 6 de agosto 10,24%, pero aún está un 11% por debajo del valor que tenía el jueves 30 de julio, previo al desplome que se dio a través de tres ruedas y que tuvo su máxima expresión el lunes 5. Ahora bien, ¿qué fue lo que desencadenó el derrumbe en uno de los principales mercados del mundo?
El problema de vender en medio de la caída es perder el rebote.
Bolsa de Japón: De caída histórica a mayor suba intradiaria desde 2008. 📉📈 pic.twitter.com/4IxIOEmNgB— FinanzasconGabriel (@FinanzasconG) August 6, 2024
Cómo funcionó el carry trade en Japón
Muchos inversores se habían apalancado en yenes para comprar acciones norteamericanas, aprovechando las tasas bajas en Japón y una moneda local que seguía depreciándose. Sin embargo, sucesos recientes llevaron a los inversores a desarmar sus posiciones.
“El mercado empezó a creer que el aterrizaje suave de la economía estadounidense no va a ser posible y que la recesión está a la vuelta de la esquina”, explica un informe de Adcap Grupo Financiero. Y añade: “Entonces, estos componentes que salen desde Estados Unidos impactan en Japón, que ha venido subiendo las tasas, y empiezan a desbaratar lo que se le conoce como el carry trade”.
¿Qué sucedió en Latinoamérica?
“La región actuó como la contracara del carry trade, pagando tasas altas, aunque esta situación ya se venía dando vuelta últimamente, en Brasil en particular, no así en México”, sostiene el informe de Delphos Investment.
El documento añade: “Nuestra región actuó como cobertura, en general, contra otras posiciones globales de moda (inteligencia artificial, criptos, entre otras), con sectores cíclicos usados como hedge (cobertura). Por esto, el día de ayer, en el que no hubo índice estadounidense bajando menos del 3%, los índices de la región tendieron a caer menos, exhibiendo mucho menor beta que el habitual”.
“Creemos que la lógica de este movimiento se basa en que los activos brasileños formaron parte de los hedge contra los posiciones compradas”, explicitaron los analistas de Delphos Investment.
En contracara, el informe señala: “El peso mexicano, que se encuentra altamente apreciado, fue de los que más se devaluó en la región, para alcanzar los 19,4 pesos por dólar. El ETF de acciones mexicanas (EWW), por su parte, fue el índice que más cayó en la región, junto con el chileno. Esto tiene sentido, porque creemos que la moneda mexicana formó parte de las posiciones largas fondeados en yenes”.